Fiestas de un pueblecito de Cáceres (España), llamado Alagón del Caudillo. Los mozos del pueblo se divierten en una plaza corriendo a un toro bravo. Hay quienes hasta se han llevado a sus animales de compañía, sus perros.
Alfonso Sánchez sale a la plaza, e intenta "torear" al astado con una toalla, pero resbala y es alcanzado y corneado por el bravo animal. Nadie se acerca a socorrerle... Nadie, excepto un pequeño perro, que se lanza contra el toro para salvarle la vida al hombre mientras arriesga la suya propia atacando al feroz y gigantesco animal.
No perdáis detalle: El animalillo consigue morder al toro en su parte más débil, la cara, y a pesar de los zarandeos y golpes que recibe, no le suelta, consiguiendo que el hombre pueda refugiarse tras la tan ansiada valla de protección, con tan sólo algunos rasguños y magulladuras.
Este vídeo no tiene discusión: Un perro arriesga su vida para intentar salvar la de un hombre a quien ni siquiera conoce. Nosotros, al contrario, hacemos muchas veces de la vida de estos nobles animales un verdadero infierno. ¿No da qué pensar?
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